miércoles, 12 de diciembre de 2012

Calendario de lecturas

El próximo domingo 20 de enero a las 18.00h se realizará la tertulia de las siguientes novelas: Tú y yo de Niccolo Ammaniti, y Sostiene Pereira de Antonio Tabucchi.

martes, 11 de diciembre de 2012

Lectura de diciembre

En esta ocasión hemos comentado el libro de Iréne Némirovsky El Baile (1930). Como la vez anterior se ha hecho un breve recorrido por la vida de esta autora nacida en Kiev en 1903, y muerta con 39 años en Auschwitz. Hay un claro paralelismo entre su vida y obra, algunas, como la novela breve El Baile, con claros tintes biográficos. De familia adinerada y de procedencia judía, su novela inacabada, Suite francesa, -considerada por los críticos como su obra maestra-, será escrita bajo el telón de fondo de la 2ª guerra mundial, y con las primeras leyes en contra de los judíos extranjeros. 



Antes de empezar a debatir el libro se ha leído un artículo donde se analiza el tema del abandono en la obra y vida de Iréne Némirovsky: http://www.ediciona.com/portafolio/document/9/4/1/2/microsoft_word_-_irene_nemiro%E2%80%A6_2149.pdf
Lo primero que nos ha surgido tras su lectura es imaginarnos a la propia Iréne como Antoinette, la adolescente protagonista de 14 años. Por su biografía sabemos que se sentía especialmente abandonada por su madre. Aunque la historia la cuenta un narrador omnisciente, el punto de vista adoptado es el de la joven, y la relación de odio y aversión que mantiene con su madre.

En este sentido, el personaje de la madre ha ocupado gran parte de nuestro debate, analizando si es una mujer digna de lástima, odio, indiferencia, indulgencia, o incluso alguien entrañable, como una de nuestras compañeras curiosamente ha resaltado. Considera que es una mujer luchadora que ha ido alcanzando sus objetivos con dificultad, obstáculos y penalidades, y que merece un gran reconocimiento en ese sentido. Las demás consideramos que es un personaje brusco, áspero, sin modales, y escrúpulos para con todo y todos. Por "el baile" es capaz de vender su alma al diablo si la tuviera. Del personaje del padre apenas se ha hablado pasando a ser un personaje secundario.

Otro tema que hemos analizado ha sido la relación de las dos mujeres, -madre e hija-, desde el punto de vista de dos enemigas, en el sentido de lo que cada una puede quitarle o restarle a la otra. Se ha comentado que la madre podría tener envidia a la hija, aunque la mayoría también creemos que indiferencia. Al respecto, leemos:

-Te lo suplico, mamá, te lo suplico! Tengo 14 años, mamá, ya no soy una niña...Sé que a los quince años se hace la presentación en sociedad; yo ya los aparento, y el año que viene...
Su madre estalló súbitamente.
-¡Pero bueno!, -exclamó con la voz enronquecida por la cólera-. Asistir al baile esta chiquilla, esta mocosa, ¡habrase visto!...Esperas y verás como hago que se te pasen todos esos delirios de grandeza, niña...¡Ah!, y encima crees que vas a presentarte "en sociedad" el año que viene. ¿Quién te ha metido esas ideas en la cabeza? Que sepas, niña, que apenas he empezado a vivir yo, ¿me oyes?, yo, y que no tengo intención de preocuparme tan pronto por una hija casadera...

Luego hemos hablado de temas como los nuevos ricos, considerado El baile como un libro de denuncia de los medios utilizados por ellos para establecerse y llegar a ser reconocidos, sin importarles las consecuencias. Los nuevos ricos, ¿tienen escrúpulos?, ¿pueden aprenderse los modales, el gusto, el refinamiento, el glamour? Pueden educarse, como diría el filósofo David Hume.

Otro tema del que poco se ha hablado, pero que quizá hubiera dado más de sí es el de la religión cristiana vs religión judía. La familia Kampf se convierte al cristianismo para escalar en el poder. Como dice el padre: "En el fondo, para avanzar en el mundo no hay más que seguir al pie de la letra la moral del Evangelio" (p.23).

Hemos dejado muchos interrogantes abiertos, algunos como si son "iguales" madre e hija, en el sentido de que una es el reflejo/espejo de la otra, si hay maldad en la niña, u otros sentimientos como venganza o rencor, si finalmente hay reconciliación o es sólo aparente...

Un breve libro que ha dado mucho juego, y debate, y cuya participación ha sido unánime.

Palabras clave: Desglase, crítica, relación de familia, abandono, adolescencia, desencuentro, conflicto e hipocresía.



Hemos acabado la sesión, como haremos en las siguientes, con la lectura de un poema. Esta vez ha sido Bukowski: 

"A solas con todo el mundo":

la carne cubre el hueso
y dentro le ponen
un cerebro y
a veces un alma,
y las mujeres arrojan
jarrones contra las paredes
y los hombres beben
demasiado
y nadie encuentra al 
otro
pero siguen
buscando
de cama
en cama.
la carne cubre
el hueso y la
carne busca
algo más que
carne.

no hay ninguna
posibilidad:
estamos todos atrapados
por un destino
singular.
nadie encuentra jamás
al otro.

los tugurios se llenan
los verederos se llenan
los manicomios se llenan
los hospitales se llenan
las tumbas se llenan

nada más
se llena.

lunes, 10 de diciembre de 2012

Lectura de noviembre



Nuestro primer libro a comentar ha sido Océáno Mar (1993) del italiano Alessandro Baricco (Turín, 1958). Ha habido distintas impresiones y opiniones respecto a su lectura. La mayoría lo han considerado un libro irregular, cuyas partes distan mucho entre sí. La primera seria la más literaria y poética, la segunda, -la que más ha gustado-, la más cruda, y mejor escrita, y la tercera, -para esa mayoría-, prescindible, mal acabada, y mucho más floja que el resto. 

Una idea que me ha gustado mucho es la analogía de las tres partes del cuerpo, -cabeza, tronco, y extremidades-, con las tres partes del libro, señalando en particular la titulada "El vientre del mar" y haciendo la semejanza con las entrañas y la parte más sucia del ser humano. En esta parte del libro tiene lugar una puesta en escena de las caras más oscuras del ser humano, y del estado límite de supervivencia. Un cambio brusco frente al vaivén relajado de la primera parte, al ritmo de los entrañables personajes que van apareciendo en la "Posada Almayer".

Todas hemos estado de acuerdo en que es una novela experimental, en el que el autor se recrea en la forma, y se entretiene con múltiples registros como los juegos de palabras, poemas, aliteraciones varias, incluso oraciones, éstas de la mano del curioso personaje del padre Pluche, que "no decía nunca lo que debía decir. Se le ocurría antes otra cosa. Un momento antes. Pero era más que suficiente" (p.26).

A la mayoría el personaje que más les ha gustado ha sido el del pintor Plasson, por esa búsqueda tan peculiar y desesperada de querer buscar los "ojos" al mar. Atormentado para algunas, entrañable para otras, pero significativo para todas. Para dos de nosotras no habría personaje predilecto, siendo todos igualmente interesantes y entrañables: Plasson, Ann Deverià, Elisewin, el padre Pluche, Baetleboom, Savigny, Adams, Dira, Dood, Ditz,..

Un libro cuyo predisposición a él te marca su lectura: o bien lo lees con la cabeza, y lo consideras un libro fallido en su acabado, o bien lo lees con el corazón, y su inconsciencia, y sueñas y vives un maravilloso universo imaginario. Un libro que en definitiva planea múltiples lecturas, y relecturas. Aconsejable acercarse a él y sentir el mar en todas sus variantes.

Comienzo


El domingo, 25 de noviembre, hemos inaugurado nuestro club de lectura leyendo el poema "Escalones" de Herman Hesse extraído de su obra El juego de los abalorios: 




Así como toda flor se mustia, y toda juventud cede a la edad,
así también florecen sucesivos los peldaños de la vida;
a su tiempo flora toda sabiduría, toda virtud,
mas no le es dado durar eternamente.
Es menester que el corazón, a cada llamamiento,
esté pronto al adiós y a comenzar de nuevo,
esté dispuesto a darse animoso y sin duelos,
a nuevas y distintas ataduras.
En el fondo de cada comienzo hay un hechizo
que nos protege y nos ayuda a vivir.

Debemos ir serenos y alegres por la Tierra, atravesar espacio
tras espacio sin aferrarnos a ninguno, cual si fuera una patria;
el espíritu universal no quiere encadenarnos,
quiere que nos elevemos, que nos ensanchemos
escalón tras escalón. Apenas hemos ganado intimidad,
en una morada, y en un ambiente, ya todo empieza a languidecer:
sólo quien está pronto a partir y peregrinar
podrá eludir la parálisis que causa la costumbre.

Aún la hora de la muerte acaso nos coloque
frente a nuevos espacios que debamos andar:
las llamadas de la vida no acabarán jamás para nosotros...
¡Ea, pues, corazón, arriba! ¡Despídete, estás curado!